La energía eléctrica no se puede utilizar directamente a partir de su manifestación espontánea en la Naturaleza. En la actualidad los medios usuales de producirla son:
a) Centrales Hidroeléctricas;
b) Centrales Térmicas;
c) Centrales Nucleares.
Las primeras utilizan la energía que se genera en los desniveles o saltos de agua; en general se suelen obtener buenos rendimientos y precios bastante bajos en la energía eléctrica así producida.
No obstante, dos de las condiciones exigidas para la instalación de centrales hidroeléctricas - orografía accidentada y lluvias regulares – constituyen insuperables dificultades allí donde no se dan. Por ejemplo, años de escasez de lluvias se traducen en drásticas bajas en la producción de energía.
Los otros tipos de centrales eléctricas ( térmicas y nucleares ) basan su funcionamiento en el carbón o petróleo ( térmicas ) ó en el uranio ( nuclear ).
Cómo es lógico, la rentabilidad de unas y otras depende, en cada caso, tanto del precio de construcción de la central como de la los precios corrientes de los combustibles de los que se valen.
Uno de los inconvenientes que suelen achacarse a este tipo de centrales es la contaminación ambiental que pueden ocasionar.
Tanto las centrales térmicas de carbón y fuel-oil como la mayoría de la nucleares, realizan una refrigeración de agua, y en todos los casos se eliminan cantidades de vapor de agua por las chimeneas. Este vapor de agua hace aumentar la temperatura y la humedad de los lugares cercanos, por lo que se pueden operar cambios climáticos perjudiciales en algunos casos.
Además, en las centrales nucleares pueden darse otros problemas, tanto por los riesgos que comporta la manipulación del Uranio ( extracción de la minas y enriquecimiento ), como por los posibles fallos es los sistemas de refrigeración, seguridad o de control, así como por la dificultad de un eficaz almacenamiento y posterior eliminación de residuos radiactivos.
a) Centrales Hidroeléctricas;
b) Centrales Térmicas;
c) Centrales Nucleares.
Las primeras utilizan la energía que se genera en los desniveles o saltos de agua; en general se suelen obtener buenos rendimientos y precios bastante bajos en la energía eléctrica así producida.
No obstante, dos de las condiciones exigidas para la instalación de centrales hidroeléctricas - orografía accidentada y lluvias regulares – constituyen insuperables dificultades allí donde no se dan. Por ejemplo, años de escasez de lluvias se traducen en drásticas bajas en la producción de energía.
Los otros tipos de centrales eléctricas ( térmicas y nucleares ) basan su funcionamiento en el carbón o petróleo ( térmicas ) ó en el uranio ( nuclear ).
Cómo es lógico, la rentabilidad de unas y otras depende, en cada caso, tanto del precio de construcción de la central como de la los precios corrientes de los combustibles de los que se valen.
Uno de los inconvenientes que suelen achacarse a este tipo de centrales es la contaminación ambiental que pueden ocasionar.
Tanto las centrales térmicas de carbón y fuel-oil como la mayoría de la nucleares, realizan una refrigeración de agua, y en todos los casos se eliminan cantidades de vapor de agua por las chimeneas. Este vapor de agua hace aumentar la temperatura y la humedad de los lugares cercanos, por lo que se pueden operar cambios climáticos perjudiciales en algunos casos.
Además, en las centrales nucleares pueden darse otros problemas, tanto por los riesgos que comporta la manipulación del Uranio ( extracción de la minas y enriquecimiento ), como por los posibles fallos es los sistemas de refrigeración, seguridad o de control, así como por la dificultad de un eficaz almacenamiento y posterior eliminación de residuos radiactivos.
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